TODA UNA VIDA DEDICADA A REFRESCAR FUENGIROLA Y DAR A CONOCER JIJONA
Mi padre junto con mis abuelos iban a Montilla a vender helados y en la época de los 50, cuando mi padre terminó la mili, se dieron cuenta que en verano la gente ya se iba a la costa a veranear y decidieron irse ellos también, pero a trabajar. Doy a conocer Jijona, compartiendo mi vida con mis clientes de Fuengirola, que son mi otra familia. Y participamos mucho en la vida local, en verano hacen un torneo de fútbol playa y siempre teníamos un equipo. También pertenecemos a la Cepyme de Fuengirola desde siempre. Estamos comprometidos con la juventud del pueblo con una iniciativa del ayuntamiento, ofreciendo descuentos. Somos embajadores de Jijona sobre todo a través de nuestros productos de los que el turrón sigue siendo el producto estrella.
LAS RECOMENDACIONES DE TONA PARA PROBAR LO MEJOR DE JIJONA
Yo vengo del Sur y con la edad que tengo aun me emociono cuando veo, después de varios meses, Cabeçó d’Or por primera vez o la Penya Migjorn. Tenemos un entorno extraordinario. Y me encanta encontrarme con mi gente. Los jijonencos somos especiales y eso me gusta. Del pueblo, me gusta el casco antiguo que ahora esta muy bonito, da gusto pasear por las callejuelas y perderte, estás en otro mundo. Se vive muy a gusto en Jijona. Me gusta comprar en las tiendas del pueblo y hablar con la gente. Y como no, salir con mis amigos a cenar y charlar. Me encantan las fiestas de Moros y Cristianos, tanto las de invierno como las de verano. Y siempre que puedo salgo. De verano soy Vermella y de invierno Califa. Y en la fila «dels mirons» te lo pasas también genial.
Y ENTRE TODA ESTA VARIEDAD, ¿CUÁL ES EL MOMENTO MÁS DELICIOSO PARA TONA?
Me encanta el senderismo y lo practico bastante con mis hijas cuando tienen tiempo y con amigos. Salimos bien temprano, hacemos una buena ruta y luego comemos alguna de las comidas típicas. Una de mis rutas preferidas es la senda ecológica en el alto de La Carrasqueta. Donde hay carrascas, pinos y muchas plantas aromáticas, unas vistas increíbles y, sobre todo, monumentos antiguos y distintivos del clima de la zona, como el Pou de la Neu, una construcción majestuosa.