Se trata de desfiles informales que sirven de ensayo para la presentación de las tropas el día de la entrada. Se celebran todos los sábados que median entre el día del Senyal y la Trilogía Festera. Normalmente el calendario nos depara tres soparets.
A la caída de la tarde, las filaes desfilan por la Avenida de la Constitución (La Plaça), para dirigirse a sus kábilas para cenar. A las once de la noche arranca un nuevo pasacalle, mucho más pausado, relajado y espectacular, en el que resuenan con gran fuerza los pasodobles, marchas cristianas y marchas moras, interpretadas por las bandas de música.
Durante los soparets, los festeros no van vestidos con los trajes de Moros y Cristianos, sino que lucen un uniforme integrado por “camiseta corporativa de la filà” y pantalón vaquero largo, con la excepción de los Piratas-Marinos que lo llevan de color blanco.
Últimamente, está en auge el denominado “Soparet de Capitans”.
Este soparet está dedicado a los capitanes de fiestas de cada bando y consiste en hacer un soparet en su honor, en el cual se invita a sus familiares y conocidos que colaboraran en el boato durante la entrada y que no pertenecen a la filada en sí.
Esta cena, se ameniza con una gran banda, que dobla el número de músicos, que normalmente participan.
Durante la misma, los asistentes hacen un regalo para agradecer a sus capitanes el trabajo y esfuerzo que han realizado durante todo el año.
Durante La Nit del Soparet, el viernes de la trilogía festera, se celebra el “desfile dels xiquets”. En este desfile, los niños son los protagonistas, ya que son el futuro de la fiesta.
Además, en esta tarde-noche se respira un ambiente muy festivo ya que es la previa de los tres días grandes. Y como dicen en Jijona: “Qui no fa la vespra, no fa la festa”.
Cabe destacar, que durante la nit del soparet, también se celebra el acto del ensayo del himno, en el que participan las 10 bandas al completo, interpretando al unísono el himno de fiestas de Jijona que entonarán al día siguiente.