La fiesta del Porrat es una celebración exclusiva del pueblo valenciano. Se trata de fiestas populares celebradas bajo la advocación de un santo en la ermita donde se venera, para conseguir su favor mediante abundantes cosechas y la fertilidad de sus rebaños.
Se caracterizan por ser una especie de mercadillo al aire libre donde, fundamentalmente, se venden alimentos en «les paraetes», como dulces (turrón, purets, anisets) y frutos secos (cigrons torrats), así como artesanía local.
Algunos cronistas atribuyen su origen en la Edad Media, donde el porrat formaba parte de las celebraciones musulmanas, especialmente en las nupcias. Otros historiadores suponen que “el porrat” tiene su comienzo como consecuencia de la entrada triunfal de Jaime I el Conquistador a Valencia, donde se obsequió con altramuces, almendras, o garbanzos a sus tropas.
A lo largo de la Comunidad Valenciana, desde Vinarós a Orihuela, encontramos estas fiestas, siendo la de Sant Antoni Abad la primera que se celebra en el año (“Dels porrats de gener, Sant Antoni és el primer”).
En Jijona tenemos dos Porrats:
- Sant Antoni
- Sant Sebastià (La Candelaria)
El Porrat de Sant Antoni, los días 14 y 15 de Enero, tiene lugar en su ermita, sita en la carretera de Alcoi. Este año tenemos los siguientes actos:
- Sábado 14 de Enero, a las 17:30h. Traslado de la imagen del santo desde su ermita a la iglesia.
- Domingo 15 de Enero, a las 9h. Subida del santo desde la iglesia a la ermita. A continuación, a las 10h, tendrá lugar la misa con la bendición del pan y de los animales.
La festividad de Sant Antoni comienza el día de la víspera con el traslado de la imagen del santo desde su ermita a la Iglesia Parroquial por los Moros Vermells, quienes lo hacen acompañados por los sones de la “dolçaina i el tabalet», desde 1997.
Al entrar en la población suele detenerse en la calle Alcoy, a la altura del taller Nicolau, donde esta familia prepara a los romeros un pequeño “berenar”. Este hecho arranca de principios de siglo cuando, en un año de frío, nieve y viento intenso, los romeros se refugiaron en esa casa hasta que amainó el temporal, repitiéndose así cada año esta tradición.
El día de Sant Antoni se hace el trayecto inverso y se devuelve el santo a su ermita, donde se celebra una misa tras la cual el cura bendice a los animales. Durante la mañana se puede aprovechar para comprar en los puestos del mercadillo.
La reciente remodelación del cauce del río Coscó permite acudir caminando desde el casco urbano hasta la ermita con un agradable paseo en el que no es necesario pasar por la carretera .