EL KABILEO
El Kabileo no es exactamente un acto festero, pero es donde se denota la atención que tiene la fiesta con los vecinos del pueblo y sus visitantes. Después de la bajada de misa, sobre las 13.00h del segundo y tercer día de la Trilogía Festera, las diez filaes se dirigen a sus kábilas (sedes sociales).
El día a día de Jijona se traspasa a la Fiesta en una de sus costumbres más arraigadas, la denominada cervecita (aperitivo de mediodía).
Es un acto al aire libre, principalmente en las calles Barcelona y Mallorca, donde se concentran casi todas las kábilas que colocan parasoles para la ocasión.
Tanto los festeros, como el resto de jijonencos y visitantes, degustan tapas típicas y bebidas como la cerveza, aperitivo de café o mezclas de limonada con menta o anís, denominadas lletugueta o marquesa.
Las calles se convierten en una terraza gigante amenizada con música festera que hacen que el visitante se sienta como en casa.
Es tradicional que los festeros vallan visitando a sus amistades por las distintas kábilas. Sobre las tres de la tarde cada uno ser retira a sus kábilas para comer un puchero o una paella y reponer fuerzas para el resto del día.
RETRETA
La retreta es el acto del desahogo para las fiestas. Acto que rompe con la seriedad y la representación. Es una especie de carnaval propio, donde se critica algún aspecto de la localidad o se destaca alguna cuestión nacional.
Las fiestas necesitan una salida para que el festero y la festera puedan divertirse sin tanto formalismo y oficialidad. Ése es el sentido de la Retreta, y se hace después del desfile nocturno.
Hasta finales de la década de los 60, se realizaba el llamado ball del fanalet, donde los festeros salían con sus respectivas novias o esposas, bailando al son de un pasodoble y con un farolillo.
Este cambio de hábitos en la fiesta vino dado por la filà La Canyeta y la dels Moros Grocs.
A continuación de la retreta hay alguna actuación musical en el patio del Colegio Eloy Coloma, más conocido como “El Parasol”.