Hoy os presntamos a las filadas cristianas de nuestras Fiestas de Moros y Cristianos:
LLAURADORS
La filà Llauraors sustituyó y ocupó el vació que dejó la desaparecida filà llamada Guzmanes en 1928.
Siempre han utilizado la indumentaria típica valenciana, vestimenta de labrador y la típica jijonenca. Tienen dos trajes: el de rico, utilizado por los terratenientes de la época, y el de pobre, vestido por los labradores que cultivaban las tierras.
El traje de jijonenco rico esta compuesto por pantalón negro estrecho hasta media pierna, camisa blanca, chaleco negro, faja negra y chaqueta negra con bordados, medias blancas y zapatos de charol negro. Llevan en la cabeza un pañuelo de colores, un gorro de rodeta, típico de Jijona, y una capa para la procesión y para la Entrada.
El vestido de labrador se compone de saragüells blancos, faja negra, camisa blanca, chaleco de tonalidades doradas, pañuelo rojo al cuello, barretina con la imagen de san Sebastián bordada en el lado izquierdo, manta y alpargatas.
Els Llauradors tienen kàbila propia en la calle Vicent Cabrera 1-3 y son unos 50 componentes. Son la filà que representa al pueblo de la villa de Jijona, que en aquella época, se dedicaba principalmente al cultivo de los campos y al pastoreo de rebaños.
Durante la Entrada, suelen exhibir productos de la tierra, tales como pepinos, berenjenas, haces de cereales, calabazas, etc. Utensilios y animales propios de su actividad como capazos, azadas, llegons y animales de herradura, gallinas, pollos y cabras.
PIRATES
Esta filada es la más antigua de Jijona. Nació en 1871, pero desapareció y volvió a aparecer en el 1935 cuando un grupo de músicos festeros decidieron restituirla. Actualmente son unos 100 componentes.
Antiguamente llevaban una vestimenta bastante peculiar. Ellos con trajes de marineros americanos adquiridos en el arsenal de Cartagena, y ellas con vestimenta hawaiana. Eran más conocidos como “la Boteta”. Dicho nombre lo siguen manteniendo el grupo de piratas y músicos que amenizan entre actos con sus charangas.
Actualmente, combinan el traje de pirata bucanero con el traje oficial compuesto por pantalón de satén rojo, blusa negra, chaleco blanco, cinturón de cuero, pañuelo rojo al cuello y botas negras con solapa y ribetes blancos.
En los actos como los soparets o la banyà, visten pantalón largo blanco y camiseta marinera de rallas horizontales azules y blancas.
Poseen kábila propia desde 1999 en la calle Valencia nº 5, y fueron los pioneros en instalarse aire acondicionado en su interior.
Esta filada protagoniza la embajada de los piratas durante el segundo día de fiestas, la cual resalta por su original fraseología y su tono humorístico. También son los precursores de la banyà, conocida antiguamente como Entrà del Peix.
LA CANYETA
Filada que deriva de los astuarianos y que surgió como tal en 1946. Unos dicen que el origen del nombre es debido a la semblanza que tiene su indumentaria con la imagen del ecce-homo. Otros, porque sustituyeron el hilo de alambre de los farolillos, del baile del farolillo, por cañas.
Han ido modificando el estilo de la vestimenta, pero desde 1960 mantienen el traje oficial compuesto por túnica de manga corta hasta las rodillas de terciopelo Burdeos con oberturas laterales. En el pecho llevan bordado un águila con las alas abiertas, que protege al escudo de Aragón. Por bajo de la túnica llevan mallas doradas. Las botas y los manguitos son de cuero marrón oscuro con la cruz cristiana en rojo. En la cabeza llevan una capucha blanca y un casco de metal dorado. También llevan capa dorada en su exterior y azul en su interior.
Desde 1983 poseen kábila propia en la calle Valencia nº 7 y son la filada cristiana más numerosa y con más juventud con unos 120 componentes en su interior. Además, poseen un himno titulado “Més de deu, menos de vint” que se interpreta al final de los desfiles.
La Canyeta, junto con los contrabandistas, protagoniza la embajada del contrabandista en el segundo día de fiestas, ejerciendo el papel de los representantes cristianos.
Esta filada fue de las primeras en participar en la retreta junto con los Moros Grocs. I fue de las primeras en abrir su kábila al público durante el kabileo, que suelen amenizar con música de baile debajo de su toldo apodado Cañasol.
CONTRABANDISTES
El documento más antiguo donde se nombra a esta filada, data de 1884. Por aquella época, el bandolerismo era un fenómeno extendido por el Mediterráneo debido a las desigualdades sociales y el clima de violencia que reinaba en la sociedad durante el siglo XIX sobretodo por Andalucía, Cataluña y Valencia. Esta popularidad fue la que hizo que se incorporaran en las fiestas de Moros y Cristianos, pero con la indumentaria propia de la época.
Los contrabandistas o andaluces protagonizan la embajada del contrabandista, el segundo día de fiestas, en la cual ofrecen su apoyo a las tropas cristianas para hacer frente a la invasión musulmana.
Su vestimenta consta de pantalón de pana rojo hasta la rodilla con cenefa negra en el bajo y en el lateral, faja de satén azul con canana bordada por encima, camisa blanca de manga larga con lazo rojo, chaleco amarillo, chaqueta de terciopelo negra bordada, pañuelo en la cabeza y sombrero de rueda. A los pies calzan zapatos blancos con polainas hasta las rodillas. Además, también llevan una manta con borlas colgando en su lado izquierdo.
Esta filada posee kábila propia en la Plaça de les Monges y cuenta con unos 50 componentes. Cabe destacar, sin ofender al resto de filadas, que es la filada más vistosa en cuanto a vestimenta por su colorido y alegría que aportan al conjunto de las fiestas.
CAVALLERS DEL CID
La filada más joven, fundada en 1972, cuenta con unos 50 festeros que representan a los guerreros castellano-leoneses con los que el Cid Campeador entró en Valencia.
Junto con los piratas y los contrabandistas son un anacronismo en la fiesta de Moros y Cristianos, unos por ser anteriores y los otros posteriores a la época en sí.
Son una filada joven y muy deportista, que han ganado en 10 de las 15 ediciones celebradas del torneo de fútbol sala de Moros y Cristianos. Además se caracterizan por esforzarse y crear unos boatos que no dejan indiferente a nadie.
El traje primitivo lo diseñó José Eduardo López Mira, pintor jijonenco con reconocido nombre. El cual estaba compuesto por una túnica de terciopelo negro con el escudo de Jijona en el pecho, que años más tarde se cambió a túnica de terciopelo azul. También llevan mallas, mangas y capucha plateada, casco de metal con 2 plumas (azul y blanco), manguitos de metal y botas de cuero negras con la cruz cristiana gravada en ambos casos.
Els Cavallers del Cid cuentan con kabila propia desde sus inicios, situada en la calle Corts Valencianes nº 8, en el barrio Sagrada Familia. Pero estos últimos años han trasladado su kábila durante los días de fiestas, a la Calle Barcelona.