TODA UNA VIDA DEDICADA A REFRESCAR PAMPLONA Y DAR A CONOCER JIJONA
Primitivo Rovira Soler fue el fundador de nuestro linaje de turroneros y heladeros que en 1850 construyó el bajo y el primer piso del edificio donde ahora se encuentra el obrador en Jijona. Debido a la belleza del edificio y su situación en la calle principal del centro de Jijona se ha convertido en una atracción para los visitantes que vienen a Jijona a conocer cómo se elabora el turrón de forma tradicional. Todo el bajo del edificio es la fábrica y justo encima se encuentran las viviendas familiares. Desde entonces, seis generaciones de la familia Rovira han dedicado su vida a la elaboración del turrón. Las dos últimas de esas generaciones guardan una estrecha relación con Pamplona. Primitivo Rovira Cortes se casó con la pamplonesa Menchu San Juan Borda. La familia estableció su residencia en Pamplona aunque Primitivo Rovira siguió trabajando en el obrador de turrón. Sus dos hijos, Primitivo y Beatriz Rovira, nacieron en Pamplona y son ellos los que, junto a su madre, toman el relevo a su padre, tanto en el obrador de Alicante como al frente de las dos turronerías que hay en Pamplona. Estas historias son las que más nos gusta contar a nuestros clientes y amigos. Las historias de cómo nuestra familia ha sido parte importante del desarrollo y el mantenimiento de la tradición turronera. Por ejemplo, la refinadora de papel alemana que compró nuestro tatarabuelo en una imprenta de Barcelona en 1901 y que aún hoy utilizamos para afinar la masa del turrón a la piedra, parecido al de Jijona, de textura blanda pero con un toque de canela y limón. Como mi madre es de Pamplona siempre hemos vendido nuestro turrón allí, pero en 2002 decidimos abrir una tienda en el centro y ya tenemos dos que sirven helado y horchata en verano. En el norte aprecian mucho los productos tradicionales. Poco a poco se está haciendo un hueco en el paladar pamplonés y comienza a tener sus fieles porque el helado cuando es natural si la pruebas engancha.
LAS RECOMENDACIONES DE PRIMITIVO PARA PROBAR LO MEJOR DE JIJONA
Lo más bonito de Jijona es que está literalmente encajada dentro de la montaña alicantina. Cuando cambia del paisaje de secano de almendros y olivos a los pinares en la parte norte. En cinco mintutos pasas de estar dentro del pueblo a estar en medio de la naturaleza. Siempre recomiendo que vengan a hacer excursiones por la montaña y a descurbir las fuentes y todo el paisaje, que así entenderán mejor el dulce que tanto les gusta. Además de acercarse a la playa que está tan cerca, las vistas del mar y la Provincia desde Jijona son espectaculares.
Y ENTRE TODA ESTA VARIEDAD, ¿CUÁL ES EL MOMENTO MÁS DELICIOSO PARA PRIMITIVO?
A nuestros amigos siempre les decimos que tienen que venir a ver la fábrica, que no se imaginan lo que hay detrás de ese pedacito de turrón que se comen en Navidad. Y la verdad es que siempre se sorprenden. Como las 4000 personas que suelen visitarla cada año. Les gusta mucho que la fábrica esté aún en el Casco Antiguo, como solían estar todas las fábricas antiguamente y las calles olían a almendra tostada. Los vecinos siempre nos lo recuerdan y agradecen que mantegamos ese aroma en el centro de Jijona. A la gente le soprende también ver las materias primas, así sin más: almendra, miel y ralladura de limón y el tiempo que se tarda en elaborar una tableta o dar forma a una figurita de mazapán.
Descubre los momentos más deliciosos de Jijona recomendados por nuestros embajadores en los siguientes vídeos y, también, más embajadas turísticas pinchando aquí