Las fiestas son la representación de las disputas históricas entre Moros y Cristianos. El acto que mejor las escenifica, son las embajadas.
Jijona es la población de la Comunidad Valenciana que más embajadas representa en sus fiestas de Moros y Cristianos. En total se representan 5 embajadas, repartidas durante la trilogía festera. Por orden cronológico de representación, estas son:
- Embajada del Contrabandista
- Embajada del Pirata
- Embajada Mora
- Juicio Sumarísimo del Moro Traidor
- Embajada Cristiana
Todas las embajadas se representan en el “castillo de fiestas”. Este castillo no es el original de la población, sino que es una estructura de hierro y madera que representa la puerta y la torre principal de la fortaleza. Todos los años se monta para la ocasión en las escaleras del colegio Eloy Coloma, al final de la Avenida de la Constitución, más conocida popularmente como “La Plaça”, dónde ondeará la bandera de la cruz o de la media luna, según el ejército que haya ocupado la ciudad.
Los textos son de autores desconocidos y se sabe por el Programa de Fiestas de 1884, que en esa fecha ya se representaban con la misma estructura que en la actualidad.
Tradicionalmente, estas embajadas eran representadas por festeros de distintas filaes, pero desde 1992, los encargados de representar al bando moro son la filà Kaimans, y los representantes de las tropas cristianas son los Cavallers del Cid.
Los embajadores son propuestos anualmente por estas filaes y ratificados por la Federación. No obstante, estos suelen interpretar el papel hasta que voluntariamente deciden dejarlo.
Cabe destacar que Jaume Miquel Peidró, Moro Vermell, y Alfonso Zaragoza Miquel, Pirata, son los impulsores de la escuela de fiestas y la escuela de embajadores respectivamente. Esta iniciativa trata de formar a los más pequeños en las bases de la fiesta.