Esta embajada se representa el segundo día de la trilogía festera desde el año 1935, mezclando el texto original de la época con versos que hablan de la sociedad jijonenca y de sucesos que han ocurrido durante el año.
A continuación de la embajada de Els Contrabandistes, son las tropas marineras las que prometen su ayuda al capitán cristiano. La filà Pirates-Marinos se traslada al castillo jijonenco desde la costa de El Campello para ofrecer sus armas, pero al igual que los contrabandistas, es rechazada su oferta.
Después de un pequeño rifirrafe entre tropas cristianas con un tono humorístico, su ayuda es aceptada recitando los versos finales: “Con los burros a las cuadras, y después juntos vayamos a buscar nuestras escuadras y a bebernos todo el vino que dejamos en las jarras.”
[…] Embajada del Pirata […]